“Diosito dile a mamá que quiero vivir, porque a mí no me escucha. Digamos No al aborto!!!!” rezaba un bien intencionado post de un a migo ...

El aborto y nuestras culpas...

“Diosito dile a mamá que quiero vivir, porque a mí no me escucha. Digamos No al aborto!!!!” rezaba un bien intencionado post de un a migo en el facebook…

“dile a mi mami…” “a mí no me escucha” y reflexione.

¿Que lleva a una mujer a tomar una decisión que está en contra de todos sus instintos?  Una decisión visceral cuando todos sabemos que ellas son seres emocionales. Que conduce a una mujer al abismo de la desesperación y deshacerse de un ser tan Uno con ella, tan fundido en ella y amalgamado en sus entrañas que le hace  tan semejante a la Trinidad como un hombre jamás hemos soñado.

Esa desesperación, esa angustia, esa soledad y vacio una vez que aquel fruto bendito de su vientre deja su hábitat natural y se desprende desde su misma alma…
Y que hacemos nosotros, tomar piedras del suelo dispuestos a lazarla…
Y recuerdo una historia similar:
Le presentan a Jesús a una mujer, su nombre es anónimo para representar a muchas mujeres víctimas del poder masculino, una mujer sorprendida en adulterio, que belleza de la enseñanza divina, una mujer  juzgada sola por un pecado que es de dos.
-          La hemos sorprendido en adulterio,-  dijeron aquellos hombres, orgullosos de sus leyes y su deseo insaciable y sudista de castigar a quien ha pecado, empuñando piedras, incluso aquel con quien había estado.
-          Tenemos que condenarla según la ley de Moisés – dijeron
Jesús se pone de rodillas a escribir en el suelo, quizás avergonzado de esta locura legalista, quizás, como buen caballero evitando observar el cuerpo desnudo de aquella joven recién sacada de su lecho, lecho compartido, lecho del que solo y absolutamente solo ella es acusada.  Jesús se puso a escribir, que benditas palabras habrán salido de aquella mano.

Todos impacientes, querían ver sangre, querían castigar, hombres que usurpado el lugar de Dios querían demostrar lo satánico y pecaminoso que es el cuerpo femenino.
Y uno desesperado le dice:

-          La ley de Moisés dice que debemos de apedrearla, que dices tú?
Jesús se pone en pie,  observándoles les dijo:

-          El que este de entre de ustedes libre de pecado, que tire la primera piedra.
Todos se quedaron en silencio, todos sintieron la mirada penetrante que se introduce con poder en aquellas conciencias. Todos temblaron y uno a uno se retiraron. Todos tenían parte en aquel pecado, todos sabían de su culpa, todos se fueron.

Jesús se vuelve a ella y con tiernas palabras le dice:

-          Mujer – la palabra mujer en Jesús  es un titulo, mujer le dijo a su madre antes de hacerla madre de toda la humanidad al pie de la cruz, mujer le dijo a aquella samaritana luego de reconocerlo como el Mesías esperado, Mujer le dijo a aquella que por su fe se había salvado, hoy le dice mujer dándole dignidad a alguien que estaba en el suelo.
-          Mujer, donde están quienes te acusan.
Ella levanto su rostro y observo a todos lados, no estaban, no había nadie.
-          Ellos no te condenan – continuo Jesús – yo tampoco te condeno. – YO TAMPOCO TE CONDENO!!! Jesús es el primero que le entiende, sabe el sufrimiento de esta mujer, sabe que aquellos que empuñaban sus piedras participaban de este pecado. Jesús les comprende aunque no les aprueba.
Porque nosotros no entendemos las causas sociales y nos desgastamos en tratar lo superficial, el aborto va existir mientras el hombre entienda que la mujer es un cáliz sagrado que merece reverencia, no un objeto sexual que luego como papel usado y sucio desechamos.

Hombres, somos nosotros los primeros culpables de que millones de niños sean abortados, cambiemos nosotros primero y poco a poco el aborto será un hecho conocido solo en los libros de historia junto a las violaciones, la violencia intrafamiliar, el SIDA, y tantos males desencadenados por nuestras pasiones desenfrenadas.

Y nos dice a todos:

Vete y no peques mas.

Que Jesús nos llene de su amor y nos haga ver las cosas a través de sus ojos.

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