Fui el primero en llegar. El suave rumor de sonrisas juveniles se dejaban escapar de la puerta de la sacristia, seguramente los acolitos ...

Dios hace nueva todas las cosas... (El sagrario destruido)

Fui el primero en llegar. El suave rumor de sonrisas juveniles se dejaban escapar de la puerta de la sacristia, seguramente los acolitos se revestian de las ropas santas de la liturgia preparandose pare esta que seria la primer misa desde que el santuario fue profanado.
Lleno de curiosidad, camine al lugar santisimo. ¿habran recuperado el sagrario? me preguntaba...
Y ahi le vi...
Su dorado recubrimiento marchito y desgastado, su puerta ultrajada atrozmente, su interior, otrora lleno de gloria, ahora vacio y sucio.
Aquel sagrario que hace tiempo atraz conservaba el cuerpo y sangre de Nuestro Señor, ahora solo contiene en su interior una noticia cruel, una tracion antigua pero que revive cada ves con mayor maldad.
Me sente frente a él lleno de asombro
¿porqué?, era la pregunta que resonaba en las paredes de mi alma.
¿Por qué el Señor permitió que sucediese esto?
- Triste verdad - una voz repentina me sorprendio.
Voltie a ver, un joven revestido con una alba, sentado en la banca tras de mí, con sus ojos cafes fijos en aquel sagrario destruido, con una mirada de tristeza profunda, con un dolor expresado desde su tes juvenil, sosteniendo su cara con sus manos apoyadas en mi banca.
- Muy triste - le dije, recostandome a la banca.
- ¿Y qué piensas? - me preguntó sin quitar sus ojos de aquel objeto santo profanado.
Tarde en contestar, aun no me habian dicho de un nuevo seminarista y ahi estaba hablando conmigo con toda confianza. ¿Sera Spel? (asi le llaman los miskitus a las personas del pacifico)
Que piensas, me habia preguntado...
- No se - conteste - ¿qué tenia en mente el joven que hizo esto? - inqueri, sobretodo al saber que era uno de los jovenes del grupo musical...
Él suspiró. Aun me parece mentira que ese recinto sagrado fue rescatado de una letrina...
Mientras el joven seminarista se ponia de pies, empezando a caminar hacia el frente, hacia el sagrario, yo solo le observe frente a mí. Aun no sabia quien era, quien es ese nuevo seminarista que viene a apoyarnos en la parroquia San Rafael de Waspam...
- Luis, ¿asi te llamas verdad?
- Si, como sabes.
- Eso no importa, lo que importa es que aun no has entendido porque ha sucedido esto?
No comprendi porque aquel tono al hablarme, realmente me molesto un poco, nunca me ha gustado escuchar reprimendas, sobre todo de alguien desconocido.
- ¿Qué quieres decir?... y a todo esto, ¿cómo te llamas?
- Luis - dijo mientras se sentaba al lado del sagrario - ¿que ves aqui?- indicando con sus dos manos la puerta de aquella arca.
- No se, el lugar sagrado, templo de Jesus sacramentado.
- ¿Y como esta?
Me sonrei ironicamente, qué sucede con este tipo, me habla como si de un niño se tratase.
- Luis, ¿cómo esta el sagrario?
- No se, destruido.
Y acercandose a mí - ¿Y como esta este templo? - me dijo tocando con su mano mi pecho...
Fue ahi, y solamente ahi, donde descubri la razon de aquel robo, de aquel vacio de Dios, de aquel sagrario sucio, destruido, lleno de inmundicias, de aquel abandono, de aquel mes sin misa...
Fue ahi y solamente ahi, cuando reconoci que aquel sagrario, aquel templo santo, aquel Bethel puerta de Dios, aquel espacio sagrado donde se da la mas esplendida epifania, no era aquel espacio fisico y material que estaba delante de nosotros, ese monte tabor donde Dios ha querido habitar, estaba dentro de nosotros mismos.
¿Como esta el sagrario? me habia preguntado aquel seminarista, ¿Cómo está el templo del Espiritu Santo, mi cuerpo mismo, mi vida misma?
Aquel sagrario descubierto en el fondo de una letrina de Waspam, estaba limpio comparado con el verdadero sagrario de Dios, el verdadero vaso sagrado de la Sangre de Cristo...
¿Qué he hecho...?
- Tranquilo - me dijo, sentandose al lado mio - mira que hay alla
Me dijo dirigiendo mi atencion a la credencia, esa mesa que se ubica al lado derecho del presbisterio.
Ahi relucia un nuevo sagrario, un nuevo sagrario que sera entronizado esta misma noche. Un nuevo lugar santisimo para guardar las santas especies del pan y vino.
- Dios hace nueva todas las cosas, tranquilo.
Mientras se levantaba y se dirigia a la sacristia, una ves mas habia renacido, una ves me reencontraba con aquel Dios, aquel primer amor, una ves mas reconocia que Dios aun y mi pecado siempre queria permanecer conmigo.

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