Serena descansa la noche
Mientras mi alma recorre su piel
Mis manos impuras temen profanar lo sagrado
Y tiemblan ante la idea de tocar su tes
Era una diosa?
No
Una reina, procedente del mar
De Venus
Y de Egipto
Una reina que en mi alcoba se hace plebeya
Y en mi corazón se convierte en deidad.
Su piel nacarada
Blanca como la nieve
Calida como el sol
Sensible ante mi respiración
Se funde ante el deseo de poseerla
Deseo que calla cual lapida ante el trovador
Cual tinieblas gélidas con un frio antártico que procede de mi duda
Hui
Aferrado a mis temores
Hui
Obviando lo que a gritos pregonaba mi corazón
Mi sobriedad y mi locura
Hui
Hasta que me percate que estaba muy lejos.
Y henme aquí
Buscando entre la noche la estrella que me conduzca a Venus
A la mar
O a Egipto
Con la esperanza de econtrarla nuevamente
Y desatar las emociones que he mantenido
Encerradas en mis aposentos
Soltar con un beso el estruendo de pasión
Y gritar a los vientos
Lo que en sueños ha sucedido
Y que el miedo ha silenciado.
Emperatriz de las costas,
Dueña de la luz nocturna
Calides del desierto
Escucha mi lamento
Atiende a tu peregrino que cansado busca tu aura
Escucha la voz de este prosaico bohemio
Que se rinde ante tu aliento
Desata mis murallas
Y adéntrame en tu misterio.
Mientras mi alma recorre su piel
Mis manos impuras temen profanar lo sagrado
Y tiemblan ante la idea de tocar su tes
Era una diosa?
No
Una reina, procedente del mar
De Venus
Y de Egipto
Una reina que en mi alcoba se hace plebeya
Y en mi corazón se convierte en deidad.
Su piel nacarada
Blanca como la nieve
Calida como el sol
Sensible ante mi respiración
Se funde ante el deseo de poseerla
Deseo que calla cual lapida ante el trovador
Cual tinieblas gélidas con un frio antártico que procede de mi duda
Hui
Aferrado a mis temores
Hui
Obviando lo que a gritos pregonaba mi corazón
Mi sobriedad y mi locura
Hui
Hasta que me percate que estaba muy lejos.
Y henme aquí
Buscando entre la noche la estrella que me conduzca a Venus
A la mar
O a Egipto
Con la esperanza de econtrarla nuevamente
Y desatar las emociones que he mantenido
Encerradas en mis aposentos
Soltar con un beso el estruendo de pasión
Y gritar a los vientos
Lo que en sueños ha sucedido
Y que el miedo ha silenciado.
Emperatriz de las costas,
Dueña de la luz nocturna
Calides del desierto
Escucha mi lamento
Atiende a tu peregrino que cansado busca tu aura
Escucha la voz de este prosaico bohemio
Que se rinde ante tu aliento
Desata mis murallas
Y adéntrame en tu misterio.
0 comments: